martes, 29 de junio de 2010

La afectividad constituye el principal factor de desarrollo del niño dentro del hogar. Un niño sin ipso es como un árbol sin agua. El niño desde que nace necesita del afecto de sus padres, bajo este sentimiento el niño logra desarrollar su esquema emocional, sensorio motriz y psicomotor. La socialización se ve profundamente afectada de sobremanera cuando los padres demuestran al niño que le aman y se preocupan por el. El habla, los procesos de comunicación y la demostración de sentimientos que desarrolla el niño prontamente se verán expresados en las actividades de aprendizaje que este desarrolla se verán fortalecidos si es que los padres desarrollan afectividad en todo el sentido de la palabra.
La falta de afectividad por el contrario forjara niños y niñas violentos, tímidos, temerosos de participar en grupos y hasta fortalecerá tendencias agresivas en sus corta edad, que de no tratarse a tiempo influirán decisivamente en la niñez, adolescencia y adultez posterior.
Nuestra práctica pedagógica nos ha llevado a observar como muchos niñas y niñas en edad PRE escolar muestran problemas de desarrollo socio emocional, caracterizado por la presencia de agresión física a sus compañeros, indisciplina y muchas vecestemor en el desarrollo de ciertas actividades de aprendizaje que requiere la Formación de grupos.
Como dice la Dra. Rosa González, la carencia afectiva del niño. Centro de Salud de Herrera de Pisuerga.
La falta de cariño a los niños, incluyendo el rechazo en el seno materno, por embarazos no deseados, puede repercutir no sólo en la esfera psíquica del niño, sino también a nivel metabólico, que influye en el desarrollo normal del niño. Para el Psiquiatra FRANK LAKE, los primeros 90 días del niño en el seno materno, son los que forman el comportamiento de un niño. Se sabe que el niño tiene extraordinaria sensibilidad a todo lo que procede de su madre: amor, aceptación, rechazo, tristeza, etc. Así mismo, es tempranamente sensible a las reacciones de su entorno: voces, ruidos, música, etc.
Unos de los factores mas importante que tenemos es El AMOR de la madre al niño durante la niñez y en la Primera Infancia es tan importante como las vitaminas y proteínas para la salud física. Por tanto, el CARIÑO es un alimento esencial para el niño. No olvidemos la importancia de AMAMANTAR a los hijos; la ciencia jamás igualará al pecho materno en la regulación de la leche y por si fuera poco, ¿cómo imitar el torrente de sentimientos que circula entre la madre y el hijo, en el cruce de miradas de ese momento? Alimento para los sentidos.

La carencia afectiva señala la situación en que se encuentra un niño que ha sufrido o sufre la privación de la relación con su madre, o de un substituto materno, y que padece el déficit de atención afectiva necesaria en la edad temprana. La carencia afectiva o las alteraciones por carencia relacional se refieren a aquellas situaciones en que la maduración de la personalidad del niño se interfiere por la falta grave de estimulación afectiva. En el ser humano no existe la posibilidad de una maduración correcta sin el calor afectivo del amor, en cualquier circunstancia cualquier persona puede sentir no haber amado lo suficiente o no haber sido amado de forma adecuada. Estos sentimientos de malestar, que generalmente son transitorios, no constituyen el tema de la carencia afectiva en su sentido estricto. La carencia puede manifestarse cualitativamente de distintas formas y a través de diversas modalidades, sea por negligencia y abandono o bien por situaciones de ruptura debido a sucesivas y repetidas hospitalizaciones, separación de los padres, etc. La ausencia grave de estimulación afectiva por parte de los adultos que juegan un rol relacional afectivo importante provoca la aparición de trastornos no tan solo de la maduración sino también síntomas clínicos que se expresan en trastornos somáticos, afectivos y conductuales. La aparición de la clínica o bien la afectación madurativa del niño es lo que pone de manifiesto el carácter grave e intenso de la carencia afectiva. El término de "carencia afectiva", señala tanto la causa (déficit de estimulación afectivo-maternal) como la consecuencia (clínica somática, afectiva y conductual con retraso en la maduración afectiva del niño).
La carencia afectiva se caracteriza por producir en el niño un estado psicológico de avidez afectiva y miedo de perdida o de ser abandonado, tanto si ha padecido en la realidad una privación afectiva maternal como si lo ha sentido como tal. Permanece en un cierto estado de búsqueda afectiva, de necesidad de saturación, que se manifiesta por una actitud de asegurarse de la existencia permanente del afecto del otro y así sentirse seguro. Pueden considerarse distintas formas de carencia en cuidados maternos.
Características relacionales entre la madre o el substituto maternal y el niño:
a) Discontinuidad: La carencia por discontinuidad aparece por la ruptura repetida de la relación establecida entre la madre o substituto materno y el niño, ligada a cambios cualitativos en esta relación, por motivos diversos y a pesar de que la misma persona sea la que sigue atendiendo al niño físicamente. (Enfermedad súbita de la madre, desviación de la atención afectiva por la irrupción de otras necesidades en el seno de la familia, etc.).
b) Insuficiencia: Aparece este tipo de carencia, en el caso de negligencia manifiesta, es mas frecuente en instituciones de asistencia o en el hospital. El niño no encuentra un substituto maternal adecuado o recibe una modernización totalmente insuficiente y por ello no tiene posibilidades de interacción adecuada con una figura maternal.
c) Distorsión: El niño vive con su madre o un sustituto materno pero no tiene posibilidad de interacción adecuada con ella. No recibe los cuidados adecuados.

Una actitud muy importante es la actitud afectiva de los padres
La relación con los padres puede ser la fuente de privación afectiva para el niño. Privación de amor objetivamente motivado: El niño esta en depravación afectiva por causas externas que no dependen de sus padres y que someten forzosamente (por ejemplo; trabajo, viaje, separación). Cuando los motivos de la separación se explican al niño, este no se resiente por el abandono porque sabe que el lazo afectivo que le une a sus padres no
sufre ningún daño. El niño puede aceptar o revelarse, pero comprende que la vida y las circunstancias son la causa, y no la actitud de los padres. Privación de amor objetivamente no motivada: el niño es victima de una falta de amor, de incomprensión, de una falsa imagen materna; se siente solo no entiende y aparece la angustia. Esta particularmente sensible a todas las expresiones (incluso no verbales) de sentimientos hacia el; esta sensible al clima mas o menos seguro y a todo lo referente al plano afectivo. Según la naturaleza y las tendencias profundas del niño, son posibles dos actitudes: la desvalorización (nadie me quiere) o la culpabilización (es mi culpa, no me quieren porque soy malo).
Aparte de la actitud en los padres también existe los abandonos traumáticos
El niño padece abandonos reales y graves, que aparecen de forma brusca e imprevista (por ejemplo, muerte violenta de un padre, hospitalización prolongada del niño, encarcelamiento de un padre, emplazamiento del niño en institución, etc.) y no encuentra medios de hacer frente a esta situación psíquicamente.

La carencia afectiva está directamente asociada al desarrollo de determinadas patologías. En este sentido hay un grupo social de alto riesgo, que son los niños que no reciben diariamente el cariño necesario para tener armonía, tanto en su medio interno como en el mundo que les rodea.

En este sentido, los expertos señalan como ejemplo que varias tesis doctorales realizadas hasta el momento, han demostrado que una patología frecuente asociada a la carencia afectiva es el retraso en el crecimiento.
Un estudio revela que los niños que han estado recluidos en centros de acogida, hijos cuyos padres están encarcelados o que pertenecen a familias son falta de recursos económicos son más propensos a contraer enfermedades infecciosas. “La carencia afectiva influye como un determinante más sobre la calidad de la respuesta inmunitaria, o lo que es lo mismo, los mecanismos de defensa del niño frente a la infección. El sistema inmune no responde igual en un niño con este historial que en un niño que vive en condiciones normales”, señala el doctor Antonio Muñoz, ponente del II symposium de Pediatría sobre Enfermedades Infecciosas y su Prevención en Edad Pediátrica, que se celebra en el Hospital Xanit (Málaga).
Así, los estudios han demostrado que, sólo en Andalucía, ese tipo de trastornos afectan a un número de niños en régimen de acogimiento y de éstos un porcentaje importante casi el 50 por ciento de niños son inmigrantes, principalmente procedentes de Marruecos. Varias tesis doctorales realizadas hasta el momento, han demostrado que una patología frecuente asociada a la carencia afectiva es el retraso en el crecimiento, debido a una inhibición del sistema hipófiso-adrenal, que en casos límite puede impedir la producción adecuada de ciertas hormonas, dando como resultado niños con una talla inferior de la normal.
Del mismo modo, se ha observado que la presencia de infecciones es más frecuente y que la adaptación a los cambios de luz y oscuridad es más lento, ya que la melatonina, hormona que regula este tipo de cambios, está muy por debajo de la que se correspondería con la de un niño normal a esa edad. Los trastornos en el comportamiento son otro tipo de patología asociada, producidos por in grado importante de estrés y ansiedad. Según indica el Doctor Muñoz, los niños pueden estar sometidos a un estrés crónico o de tipo psicológico y emocional, que menoscaba su tipo de respuesta inmunitaria”.

TIPOS DE CARENCIA AFECTIVA
La carencia por insuficiencia Se trata de niños que padecen un emplazamiento institucional precoz, sin presencia materna suficiente. SPITZ ha estudiado grupos de niños que han vivido en condiciones difíciles en el aspecto afectivo; el propone diferenciar dos síndromes: el hospitalismo y la depresión analítica.
HOSPITALISMO: SPITZ ha comparado el desarrollo psicoafectivo de dos grupos de niños que vivían en dos instituciones distintas cuyas condiciones materiales eran similares: la vivienda era excelente y la higiene satisfactoria.
LA CARENCIA POR DISCONTINUIDAD
La separación de la figura materna y del niño es un acontecimiento posible en las condiciones actuales de vida (hospitalización, divorcio, trabajo, viajes, etc). La separación no es necesariamente generadora de carencia afectiva, pero puede eventualmente serlo
si esta se repite o no esta suficientemente prevista, pues el niño no puede no puede tener una relación satisfactoria con un sustituto materno a lo largo de una separación relativamente larga.
El período critico de la separación es en el momento en que el niño distingue a su madre de los extraños y se une a ella (SPITZ: 8 meses) y en el momento en que mantiene la unión con su madre aun estando lejos de ella (SPITZ: 18 meses); algunos autores sitúan
Este período entre 6 meses y 2 o 3 años (BOWLBY) y, un límite de hasta 4 o 5 años. Existes varias fases a continuaron:

La fase de protesta:
El niño llora, sacude la cuna, se mece a derecha y a izquierda, busca a sus padres, los reclama (sobretodo en el momento de dormir); no se consuela. El niño se esfuerza para obtener la presencia de la madre y esta atento a todo lo que ocurre. Al cabo de dos o tres días, los signos de angustia se atenúan. Es necesario notar que el desencadenante del lloro se producía igualmente mientras el sustituto materno los cuidados habituales de la madre (asearlo, vestirlo).
Fase de desesperanza:
Los movimientos activos disminuyen, el niño llora de forma monótona e intermitente; rechaza la comida y el vestirse; se vuelve pasivo y se replega en si mismo; no hace ninguna demanda. Parece que el niño esta tranquilo, parece que ha aceptado la situación como positiva, pero de hecho, esta en una situación de duelo: la madre se considera desaparecida para siempre..
Fase de desinterés:
El niño acepta los cuidados ofrecidos por no importa cual sustituto maternal (las enfermeras); come bien, se divierte con los juegos, sonríe y se muestra sociable. Cuando su madre lo visita el bebe puede estar apático, no la reconoce e incluso la rechaza.
Normalmente grita o llora al verla; el interés hacia la madre se pierde.

LA CARENCIA POR DISTORSIÓN
Se trata de la carencia afectiva que el niño padece en el ámbito familiar, debido a condiciones socio-económicas difíciles o por falta de estimulación socio-cultural. El perfil de las familias presenta a menudo ciertas características asociadas a la pobreza afectiva:
-Las relaciones interparentales son conflictivas o incoherentes (violencia, alcoholismo)
-La pareja parental se separa y retorna en repetidas y transitorias ocasiones.
-La inserción laboral es problemática para los padres, y particularmente para la manutención familiar.
-La familia vive en unas condiciones materiales precarias (paro, ayuda social) y luego ruina promiscuidad.
-La familia esta normalmente disociada: la madre se ocupa solo de los niños, el padre esta ausente (separación, prisión)
-La familia vive en un barrio desfavorecido y con una relación social restringida (ocio,amigos)
-La fratria es, a menudo, numerosa; muchos nacimientos (los abortos espontáneos son mas frecuentes que en otros medios).
Se pude resumir que La carencia por distorsión no es debida necesariamente a la ausencia o separación de los padres, sino por un investimiento afectivo superficial y por una alternancia de dependencia extrema y hostilidad abierta e intensa. Las investigaciones empíricas y la observación cínica han permitido identificar las consecuencias de la carencia por distorsión sobre el desarrollo de sujetos nacidos de tales familias.
En la educación inicial o en la primera infancia la tasa de mortalidad infantil y de enfermedades físicas es mas elevada que la media de la población y en la edad preescolar y escolar el niño presenta trastornos del lenguaje, y otros retardos importantes: problemas de elocución, pobreza de vocabulario, dificultades gramaticales y sintácticas.
-En la edad escolar: muchos niños presentan un retraso intelectual y trastornos de aprendizaje.
Existen características de la carencia por distorsión las situaciones de carencia por distorsión presentan diferentes características.
1) El niño que crece en una familia con problemas, no es nunca investido por los demás como objeto distinto, pero es, a menudo, la proyección narcisista de los padres; sirve de soporte afectivo a los padres que lo necesitan para definirse como individuos. El niño
Responde a las necesidades cambiantes y pasajeras de los padres: tanto es reabsorbido y apropiado, como dejado y abandonado. El no pude desarrollar, pues, una autoestima, un sentimiento de validación personal. Cuando el niño se convierta en adulto tendrá una capacidad parental limitada porque no habrá interiorizado una imagen parental valida, ya que nunca ha sido hijo.

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